Hablemos de los parabenos.

Qué son, cómo identificarlos y cómo nos afectan.

Los parabenos son los conservantes más utilizados en los productos cosméticos y de higiene personal por ser económicos y antimicrobianos.


Encontramos los orgánicos: los contienen algunos alimentos como los arándanos y la zanahoria. Se metabolizan de forma natural y no representan ningún problema.
Y los sintéticos: creados de forma química (de los que hablaremos).

 

¿Cómo identificarlos?

Para su identificación es importante leer atentamente las etiquetas de los envases. 

Los encontramos bajo el nombre de:

  • Methylparaben
  • Propylparaben
  • Ethylparaben
  • Butylparaben

 

La Unión Europea prohibió en el 2014:

  • Isopropylparaben 
  • Isobutylparaben
  • Phenylparaben 
  • Benzylparaben
  • Pentylparaben

 

La legislación actual permite los parabenos en una concentración del 0,4% (único producto), o 0,8% (si contiene varios parabenos mezclados).

El problema recae en que a diario utilizamos varios productos de higiene y cosmética, y si todos incluyen estos componentes, podríamos estar superando los límites considerados aconsejables.

 

¿Cómo nos afectan?  

Algunos efectos secundarios pueden ser dermatitis de contacto, picores, inflamación o enrojecimiento de la piel, además de sensación de sequedad después de la ducha.

 

Otros más peligrosos y que todavía no existen estudios concluyentes:

  • Pueden actuar como disruptores endocrinos, interfiriendo con la actividad glandular y producción hormonal.
  • Envejecimiento prematuro: los metilparabenos pueden aumentar la sensibilidad de la piel en la exposición ultravioleta.
  • Efecto pseudoestrógenos: pueden actuar como estrógenos, y aumentar el riesgo de cáncer de mama de estrógenos positivos.
  • Interferencias en el sistema reproductor masculino, niveles bajos de testosterona y espermatozoides.